La taxonomía de Bloom: re-diseñando tareas


En esta ocasión hablamos de la taxonomía de Bloom, una forma de clasificar los objetivos educativos que se propuso teniendo en cuenta tres aspectos: el cognitivo, el afectivo y el psicomotor con la finalidad de que las personas dedicadas a la enseñanza sepan lo que quieren, es decir, cuales son sus objetivos, qué quieren conseguir con sus alumnos y alumnas, o más bien, qué es lo que el alumnado debe alcanzar para completar su proceso de aprendizaje. Esta clasificación se divide en diferentes niveles que van desde el más bajo (recordar) hasta el más alto (crear), siendo necesario avanzar por ellos progresivamente mediante tareas y proyectos.

En relación con la taxonomía de Bloom, la tarea de este curso ha consistido en replantear una actividad cotidiana intentando convertirla en una experiencia más enriquecedora, es decir, que se sitúe a un nivel superior de que, en principio, le correspondería según su planteamiento inicial. 

Así, la actividad "común", se plantearía inicialmente de la siguiente forma:

Localizar (NIVEL RECORDAR) en el libro o con ayuda de internet la información que se pide en cada apartado de la ficha-modelo. Resumir (NIVEL COMPRENDER) los datos más importantes que se ajusten a lo que se indica en la ficha-modelo para completar (NIVEL APLICAR) cada apartado.

No obstante, replanteándose según la taxonomía de Bloom, quedaría de la siguiente forma:

Construir (NIVEL ANALIZAR) un comentario sobre una obra de arte a partir de la información recopilada en la ficha-modelo correspondiente. Para ello  es necesario seleccionar y valorar (NIVEL EVALUAR) los datos más adecuados. Se valora el hecho de reorganizar (NIVEL CREAR) los apartados, de forma que se le de coherencia al comentario.

Como se puede ver, la diferencia entre la formulación de la actividad inicial y la "rediseñada" es que en la primera, la finalidad parece ser simplemente rellenar una ficha con los datos que pida, mientras que en la segunda se hace más hincapié en el hecho de ser capaz de aplicar la información previamente recopilada de una forma más o menos técnica a la construcción de un comentario artístico que se base, dejando libertad para modificar su esquema, en dicha ficha-modelo. Es decir, en la primera, el fin es la cumplimentación de la ficha-modelo, mientras que en la segunda, la ficha-modelo es la herramienta para crear el comentario.


Reflexión: 
Lo que me resulta más interesante de la aplicación de la taxonomía de Bloom, además de conocer la teoría en la que se basa y la utilidad del planteamiento de las diferentes acciones y verbos en relación con cada nivel, es que gracias a ello es posible saber lo que realmente queremos conseguir del alumnado, ser más claros a la hora de plantear los objetivos y, por tanto, poder evaluar cada uno de ellos de la forma correspondiente. Pienso que son buenas prácticas que, aunque llevan consigo reflexiones previas y dedicación de tiempo, permiten que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más "transparente", más claro y objetivo.




Comentarios